lunes, 16 de mayo de 2011

Los rones de a $7 pesitos.

Por Aline Monserrat Calderón del Valle.

Es lunes por la mañana, son las 11:15 am , todo marcha con normalidad   en la conocida calle de Guerrero, ubicada en el centro Pachuca, los locales empiezan a abrir sus puertas, se puede observar a las tamaleras soplandole al anafre que calienta  la olla de los tamales , así como también un barrendero que  acaba de recoger toda la basura resultado del día anterior y perros hurgando en la basura; en fin, todos se preparan para darle paso a  la rutina cotidiana. Yo,voy en busca de la cantina “La Surtidora” , y después de 5 minutos ,al fin llego con Don Chino.

Al entrar al  lugar, que  está pintado de color verde agua, lo primero que se puede observar es una tanga colgada en lo alto de lo que antes era una puerta, y que ahora esta clausurada por razones que desconozco. Alzo la mirada y ahí está él Don Chino, no es difícil identificarlo puesto que sus rasgos orientales lo delatan. Me  acerco con el popular personaje y para no desentonar con la atmósfera del lugar,  pido un ron de $7 pesitos, así es, $1.50 más  caro que la combi que tomo para llegar a mi casa, toda una ganga.



Enfrente de mí, está un hombre con los ojos rasgados, y cuyo ojo derecho mira en dirección contraria a la que está viendo su ojo izquierdo, tiene cabello grisáceo, unas cuantas arrugas en la cara y dientes amarillos. Me presento, y él me sonríe y; así da inicia  una charla muy amena con Alfredo Yong Cerón, mejor conocido como Don Chino.
http://a3.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc3/25246_365289422600_364716142600_4184219_8234647_n.jpghttp://a3.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc3/25246_365289422600_364716142600_4184219_8234647_n.jpghttp://a3.sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc3/25246_365289422600_364716142600_4184219_8234647_n.jpgDon Alfredo, descendiente de chinos, pero mexicano de nacimiento, lleva  abriendo las puertas de la cantina 66 años. La mayor parte de su vida la ha pasado en este lugar, y el resto, se dedico a viajar por toda la Republica Mexicana y una parte de Estados Unidos, desempeñándose como chofer, mécanico, ojaletero, pintor, lavador  de carros y otros oficios que se fueron dando dependiendo la circunstancias que se fueron     presentando.
Esta cantina ubicada en el centro histórico de la ciudad de Pachuca, es frecuenta por toda clase de personas, tanto como ex-presidentes municipales, maestros, diputados, secretarios de importantes dependencias estatales, ciudadanos comunes, entre otros bizarros personajes, según me informa el cantinero. Pero desde hace unos 5 años, es frecuentada mayormente  por jóvenes que buscan  consumir alcohol, ya sean los famosos rones ,que más bien es agua ardiente con un  poco de coca-cola, o por la diversidad de bebidas que se ofrece  este establecimiento.
Según el Centro Estatal de Información y Documentación en Salud, organismo dependiente de la Secretaría de Salud de Hidalgo, el 43 por ciento de los adolescentes hidalguenses de entre 12 y 20 años consume o ha consumido alcohol. Es un dato alarmante, puesto que se que la cifra se ha ido incrementando paulatinamente gestándose alcohólicos en potencia para los próximos 20 años.
Don Chino, no niega que la mayoría de sus clientes son jóvenes y no esta ajeno  al asunto que Hidalgo es uno de los siete estados del país que tienen más adictos al alcohol, según revela la Encuesta Nacional de Adicciones 2010 (ENA2010).
“En cierta manera, no estoy de acuerdo de que vengan los jóvenes, pero… es el negocio .Antes sólo venía gente grande, pero ahora me puse de moda, pero por un internet que  me pusieron, pero no es mío, me lo pusieron” comenta Don Chino. Haciendo referencia a una aplicación en facebook llamada “Los Rones de Don Chino” que cuenta con 3,894 seguidores, y cada día va en aumento.
Al interior de la cantina me encontrarme con varios jóvenes que estaban tomando unos rones, mientras  me comentan que no vienen a la cantina a embriagarse,  más bien  a pasar un buen rato con sus amigos, y por los mismo que está barato pueden consumir más alcohol, y afirman que si se quieren emborracharse, no se quedan en el lugar, si no que buscan una fiesta para seguir bebiendo, Con relación a estos comentarios , el director del Instituto Municipal contra las Adicciones de Pachuca (IMCA), comenta que, de acuerdo con numerosos estudios realizados sobre el alcoholismo, los problemas por el consumo de bebidas embriagantes parece imparable.
Explica: “la juventud bebe para pasarla bien,  conseguir una desinhibición completa con sus amigos, para sentirse integrados en un determinado ámbito social, pero de tras de estas razones simplistas, el análisis sobre el por qué beben los adolescentes conduce a motivos muy reveladores de cómo está estructurada nuestra sociedad, y de cómo ésta influye en su comportamiento”.
Al cuestionarle sobre el alto índice de alcoholismo en Hidalgo, y si cree que el establecimiento propicia aún más el consumo de alcohol, él responde: “En realidad los jóvenes no vienen a  decirme: y sírvele!, y sírvele!; hay gente que viene 8 personas por una caguama, y toman poco y viene gente no más a conocer el lugar. He  notado que los jóvenes no vienen a ponerse hasta las chanclas, y hay muchachos que vienen y hasta sacan su libreta”.
Asegura que no vende alcohol adulterado y que no permite la entrada a menores de edad, ya que  siempre pide la credencial de elector para que se identifiquen  y les pueda vender alcohol. Y a esto los chicos reacción, con mentadas, le avientan la bebida, pero eso no le importa, y no los deja entrar a la cantina. Soy testigo de eso, puesto que ha pedido la identificación a dos chicos que acaban de llegar al lugar. Con anterioridad había visitado el establecimiento y nunca me habían pedido identificación, tal vez esta vez fue distinta porque ya sabía que le iba a cuestionar sobre eso.
Termino mi  Ron así como también la conversación con Don Alfredo. Depende de cada quien si quiere tomar o no hacerlo, es responsabilidad de nosotros, no importa el lugar, quien quiera emborracharse lo va a hacer en donde sea. Sólo es cuestión de elegir si queremos convivir o conbeber.



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